El uso de los psicofármacos
Los psicofármacos interactúan con el sistema nervioso, provocando una serie de efectos en los procesos mentales, emocionales y en la actividad psíquica, con efectos terapéuticos. Estos efectos se dan en los elementos químicos que transmiten la información en el cerebro, los neurotransmisores.
Es muy frecuente que en el trabajo en consulta nos tengamos que apoyar del uso de psicofármacos indicados siempre bajo receta médica por un psiquiatra. Otras veces el paciente viene a consulta con una medicación ya pautada desde hace más tiempo. La medicación facilita, y en algunos casos es la única posibilidad para el trabajo en consulta. Hay personas que sin ella no son capaces de levantarse de la cama por lo que se hace imprescindible esta indicación para lograr que el paciente llegue a la consulta o pueda llevar una vida ´normal´, es decir, ir a trabajar o llevar las tareas de su casa.
Uno de los miedos más frecuentes es no ser capaces de abandonar la medicación. En muchos casos el paciente ha probado en varios intentos dejarla pero el estado físico que esto conlleva le desestabiliza tanto y se le hace tan insoportable que no se siente capaz de dejarla.
Es importante generar unas expectativas realistas sobre la medicación. Para ello el psiquiatra a tenor de la evaluación que lleva a cabo indicara la dosis y las variaciones que se puedan dar en esta.
Es fundamental resaltar la importancia de la terapia psicológica como elemento del cambio. El paciente ha de ser conocedor de las causas de la situación, ver las variables que pueden mejorar o empeorar el problema y ser consciente de su capacidad de cambio. En la medida en que se hace responsable del cambio y entrena los elementos que desarrollan una mejor autoestima y gestión emocional, se crea una mejora real y autónoma de la sintomatología, haciéndole más independiente de la medicación.
Hay personas que se medican de por vida y a pesar de que no es la situación ideal, creo que para nadie, en muchos casos es la solución única para un problema.
Los beneficios del uso de este tipo de medicación son:
- Contribuyen a prevenir la aparición de síntomas graves y en algunos casos peligrosos en una psicopatología, como son los episodios maníacos en personas con trastorno bipolar.
- Sus efectos permiten obtener cambios considerables en poco tiempo, mejorando la calidad de vida del paciente. Aun así, algunos requieren más tiempo para producir esos efectos, llegando a ser de semanas en algunos casos. El paciente ha de estar informado de esto y tener paciencia con el proceso.
- Su administración es sencilla si se siguen las indicaciones y prescripción médica y se utilizan los principios básicos para usar cualquier medicamento.
Los problemas del uso de este tipo de fármacos, pueden ser:
- Los efectos secundarios pueden ser dañinos, como la somnolencia, las alteraciones de memoria o síntomas de otro tipo como pueden ser los gastrointestinales.
- No producen cambios para superar el trastorno, sino que sirven para mitigar los síntomas de este.
- Pueden generar adicción, aumentando la tolerancia a los efectos y haciendo que el organismo deje de funcionar normalmente sin su uso. Esta situación se soluciona pautando una retirada paulatina y adecuada de las dosis.
- El más grave es el uso indebido de este tipo de medicación ante una falta de gestión y desborde emocional o un abuso con otro tipo de sustancias. Es por ello, fundamental que se usen con sentido común y teniendo el acceso solo permitido a personas que puedan hacer un uso adecuado.
