Como calmar los nervios ante un examen
El estrés por los exámenes engloba todas aquellas sensaciones físicas y psicológicas que alguien siente ante una situación donde nos sentimos examinados, normalmente en un ámbito académico de carácter oficial, en los que sentimos que el rendimiento es fundamental y una alta exigencia para considerar que lo estamos haciendo bien y lo vamos a superar de manera adecuada. A todo el mundo le pone nervioso pasar un examen, es muy normal, y un poco de ansiedad anticipatoria, te puede ayudar a hacer mejor el examen. Pero en algunas personas, la ansiedad ante los exámenes es muy intensa, de forma que interfiere en su concentración y en su rendimiento afectando al resultado y confirmando la teoría del miedo.
La ansiedad en esas situaciones puede traernos la sensacion de nudo en la garganta, que se revuelva el estómago, nauseas, tener dolor de tripa o un dolor de cabeza tensional, temblor o sudor de las manos, y que el corazón late más deprisa de lo normal. Este tipo de reacciones le dan sobre todo a personas muy exigentes y con tendencia a anticiparse al futuro.
Como cualquier otro tipo, la ansiedad ante los exámenes puede generar un círculo vicioso: cuanto más se centra la persona en las cosas negativas que le pueden pasar, más es el nivel de ansiedad. Esto hace que la persona se encuentre peor y, tenga mas alertas de lo que puede ir mal, con ello más distracción, y más probabilidades de que le vaya mal el examen.
Qué podemos hacer para que este miedo no nos bloquee:
- Anticípate y prepara el estudio día a día para que el conocimiento te de seguridad al afrontar los exámenes.
- Aprende técnicas de estudio para mejorar tus habilidades en la tarea de aprendizaje, memorización y atención.
- El estrés mejora nuestro rendimiento y capacidad, en un nivel adecuado, cuando es demasiado nos bloquea pero es una reacción normal y adaptativa a un aumento de las exigencias del entorno.
- Entrena la respiración y la relajación como rutina continuada. Lo importante es hacerlo muy frecuentemente más que hacerlo en sesiones muy largas.
- Sé consciente de tus pensamientos y tus emociones. En la medida en que las conozcas te será más fácil gestionarlas y convivir con ellas.
- Céntrate en el presente. El aquí y ahora son nuestra realidad y nos lleva a anclarnos más a la realidad inmediata que es en la única que podemos hacer algo y la que nos trae elementos sensoriales externos reales de cara a interpretar el mundo.
- Aprende a relativizar. Tal vez puede parecer que es muy grave fallar un examen pero seguramente nuestro rendimiento será mejor del que anticipamos y tendrá una solución a nuestro alcance para poder superarlo.
- Pon en valor la importancia del aprendizaje a través del error, del intento y del afrontamiento de la situación. Ese tipo de situaciones nos permiten aprender cosas difíciles de olvidar si les sacamos provecho.
- Cuídate: duerme las horas necesarias, queda con amigos, come de forma sana, descansa del estudio y háblate como si fueras tu mejor amigo. Observa y normaliza lo que sucede, seguramente más gente alrededor se siente como tu. Compartir la experiencia puede ayudar a ver que más gente sufre con ello y a sentirnos más “normales”.
- Aprende técnicas de gestión de los pensamientos y de las emociones, manteniendo el foco en lo importante.
- Los mensajes que nos damos a nosotros mismos son fundamentales para motivarnos, perseverar o apoyarlos. La realidad se construye con las palabras que usamos para definirlas. Es muy importante cuidarlas.
