Trastorno de Aprendizaje No Verbal: La gran confusión diagnóstica

Cuando los padres o profesores detectan dificultades en sus hijos, no siempre éstas son tan fáciles de clasificar, más aún si hablamos de un trastorno tan desconocido como es el Trastorno de Aprendizaje No Verbal.

¿QUÉ ES EL TRASTORNO DE APRENDIZAJE NO VERBAL (T.A.N.V)?

Estamos hablando de un trastorno del neurodesarrollo, las manifestaciones habituales podrían englobarse en tres áreas principales:

  • ÁREA SOCIAL: Se incluye rigidez (dificultades para adaptarse a cambios), disfunciones sociocognitivas que incluyen comprensión de la situación social o capacidad de responder como es de esperar ante las exigencias sociales, problemas para entender las claves no verbales de la relación social (gestos, miradas, intencionalidad, doble sentido, ironía…) o uso inadecuado de la pragmática verbal (área más social del lenguaje).
  • ÁREA ÁCADEMICA: Dificultades en escritura (expresión escrita y ortografía), dificultades visoperceptivas y de orientación espacial. Buen lenguaje formal, incluso por encima de lo esperable.
  • ÁREA MOTRIZ: Mala coordinación visomotora, adquisición dificultosa de habilidades motrices y de percepción rápida global.

Por las características que estos chicos presentan en su forma de ser y las dificultades en el lenguaje social este trastorno tiende a ser comúnmente confundido con Trastornos del Espectro Autista, concretamente síndrome de Asperger o simplemente son catalogados como ‘’raros’’ y no se atienden sus necesidades.
Los T.A.N.V. conforman un grupo de trastornos de aprendizaje de etiología poco clara en la mayoría de los casos pero se considera un síndrome neurológico como resultado de un daño o déficit funcional en las conexiones cerebrales del hemisferio derecho. Este hemisferio es el encargado de integrar la información procedente de las áreas sensoriales y dar una respuesta global. Por tanto, este trastorno engloba déficits primarios en la percepción táctil y visoespacial, habilidades de coordinación psicomotora y el procesamiento de la información no verbal.
Es importante resaltar que esta sintomatología no va unida a una capacidad intelectual baja, es decir, podemos tener un niño con una inteligencia media, baja, o incluso con altas capacidades presentando estas dificultades. Esto hace más complicado su detección ya que, en muchos casos pueden ser confundidos con niños con altas capacidades, los cuales tienden a mostrar en muchas ocasiones cierta rigidez, dificultades de adaptación social o torpeza, pero nunca al mismo nivel que un niño con Trastorno de Aprendizaje No Verbal.
Si piensas que tu hijo cumple con este patrón y que, ciertamente puede estar influyendo negativamente en su funcionamiento diario, desde Centro A.D.A. estaremos encantados de resolver tus dudas, realizar una evaluación neuropsicológica en caso de que resultase necesario y aportar el tratamiento más beneficioso para que estas dificultades dejen de interrumpir su día a día.
Ante cualquier duda del artículo, puedes escribirme a: psicologia@centroada.es, estaré encantada de poder resolver cualquier cuestión o pregunta que te surja.

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