Santander
La capital de Cantabria se erige frente al mar, elegante, tranquila, dejándose mecer por las saladas aguas del Cantábrico con esa melancolía que la hace tan atractiva.
PALACIO Y PENÍNSULA DE LA MAGDALENA
Bello parque, rodeando un palacio. Aquí la gente puede pasear, hacer un recorrido en tren o disfrutar de las magníficas vistas panorámicas del perfil costero de Santander. En el punto más alto se encuentra el Palacio de la Magdalena, antigua residencia real de verano construida a principios del siglo XX para el disfrute del monarca español Alfonso XIII.
PLAYA DEL SARDINERO
Puede ser contemplada en todo su esplendor desde lo alto de la península de La Magdalena. Es un lugar perfecto para pasear, puedes hacerlo tanto por la arena como por el paseo marítimo que se halla adornado con zonas verdes y escoltado por un buen número de edificios emblemáticos de la ciudad, como el Gran Casino del Sardinero, el Palacio de los Deportes y el Palacio de Exposiciones y Congresos.
CENTRO BOTÍN
Centro artístico más innovador de Santander, ubicado en un edificio futurista con aspecto de nave espacial y diseñado por el arquitecto italiano Renzo Piano. El Centro Botín abrió sus puertas en el año 2017 y está especializado en artes contemporáneas.
FARO DE CABO MAYOR
Sobre un acantilado cubierto de verde, que presenta un limpio corte transversal que deja a la vista las distintas capas de las rocas, se eleva un faro que posee casi dos siglos de historia. Fue inaugurado en 1839 y se eleva 91 metros hacia el cielo del norte.
CASCO HISTÓRICO
Paseando por él puedes admirar las bellas plazas Porticada, Pombo y Cañadío, además del Mercado de la Esperanza, el majestuoso edificio del Ayuntamiento, la iglesia del Sagrado Corazón, el Mercado del Este, el interesante Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria, el Club de Regatas o la Filmoteca Regional. A eso hay que añadirle un laberinto de calles estrechas repletas de pequeños comercios decorados con mucho gusto, bares y cafeterías.
Fuente: www.viajablog.com