Nadando en las dunas

Nadando en las dunas

por Fernando Zamora.

Resulta que se está volviendo popular como mascota un pequeño lagarto al que llaman ‘pez de arena’, que tiene una habilidad pasmosa para desplazarse bajo la misma, como si de agua se tratase. El Scincus scincus (foto de Alex Slavenko), pues este es su nombre científico, tiene un cuerpo fusiforme, unas escamas lisas y unas patas cortas que no usa para bucear entre los granos de arena, si no que lo hace a base de oscilaciones del cuerpo. De esta manera, evita la exposición a las altas temperaturas de los desiertos de los que procede y puede encontrar zonas subterráneas frescas para regular su temperatura con facilidad. Este reptil, oriundo de los desiertos del Sahara, Libia, Egipto y península arábiga está adaptado a las durísimas condiciones de estos ecosistemas, donde las temperaturas son extremas y hay que lidiar con la escasez de agua y alimento.

 

El pez de arena es un cazador insectívoro que actúa de noche, cuando la temperatura en las capas superficiales de la arena se hace soportable. Nada que ver con los temibles y gigantescos gusanos de arena de la mítica novela y película ‘Dune’ en cuanto a peligro para nosotros, pero si en algo se parecen es en que son capaces de percibir las vibraciones del movimiento de sus pequeñas presas sobre la arena.

 

Este lagarto pertenece a la familia más diversa de reptiles, los escincos o eslizones que cuenta con unas 1200 especies distribuidas por todo el mundo. En este grupo encontramos todos aquellos lagartos que llamaríamos lagartijas, pero también especies a los que la evolución ha ido reduciendo el tamaño de sus patas hasta incluso hacerlas desaparecer, ya sea un par de ellas o ambos. Y en este grupo también tenemos a nuestro pequeño eslizón ibérico (Chalcides bedriagai) que es un reptil endémico de la península ibérica, es decir, que sólo se le puede encontrar aquí.

Se trata de un lagarto de pequeño tamaño, de cuerpo corto y grueso y patas diminutas. Es un animal difícil de ver, pues pasa casi todo el día oculto y solo sale para alimentarse a última hora del día o primeros momentos de la mañana. Nuestro eslizón se encuentra en un estatus de ‘casi amenazado’ debido a la presión humana sobre sus hábitats naturales, muchos de los cuales coinciden con populares destinos de sol y playa.

 

Volviendo al protagonista de este artículo, el pez de arena, su estado de conservación es un tanto dudoso dado que tiene un modo de vida y distribución que hacen su estudio terriblemente complicado. Sin embargo, no debe ser tan difícil el capturar a estos escincos cuando están siendo vendidos como mascotas exóticas en todo el mundo. A la fuerza la procedencia de estos ejemplares vendidos debe ser salvaje, puesto que aún no se ha dado con un método para criarlos en cautividad. Como animal de terrario, es fácil de mantener, dócil y permite disfrutar de su peculiar modo de vida subterráneo si se les da una cantidad de arena fina suficiente.

Entre esta extracción para el comercio internacional y la que se realiza localmente para venta a turistas y para confeccionar productos supuestamente afrodisiacos, el pez de arena puede encontrarse más amenazado de lo que pueda parecer.