Las fuentes de Pinto
Hay algunas fuentes en la ciudad que alivian los rigores estivales, refrescan a los caminantes y vecinos que en los veranos se detienen en los múltiples vares a tomar un refresco.
Pinto, como sabemos todos, tiene un clima típicamente estepario: los veranos son crudos, con altas temperaturas que no ayudan a pasar días fresquitos y noches sosegadas. El calor abruma, y todos intentamos hacer más llevaderos los días y las noches. A ello contribuyen las fuentes urbanas de nuestro municipio.
Desde hace un tiempo, veo en la fuente de la plaza de David Martín, en la fuente de colores de la calle Asturias y en la de la plaza de la Bandera a algunos patos que descansan en sus aguas. Deben vivir en el estanque del Juan Carlos, porque cerca de nuestro pueblo no hay ni pantanos ni ríos que acojan a estas palmípedas. Son patos urbanos, no diría que, de secano, pero casi. Y hacen un alto en las fuentes urbanas, bien para descansar, bien para completar su dieta.
Siguiendo desde la Guardia Civil hacia el nuevo Pinto (Parque Europa, Tenería I y II), encontramos la fuente de colores, en el cruce de Asturias con la calle Cataluña. Extraordinaria isla de hermosos colores y delicioso frescor, que se repite, siguiendo por la Avenida de Europa, en la plaza de David Martín. Y encontramos algún alivio a los tórridos veranos en la plaza de la Bandera, al final de la Avda. de Cataluña, y en el cruce del Paseo de las Artes con María Blanchard, siguiendo el Paseo de las Artes en el cruce con Juan Pablo II encontramos otra fuente y en frente en el cruce de Juan Pablo II con Manuel de Falla (continuación de Antonio López) otra más.
Fuentes que sin duda refrescan a los caminantes y a los vecinos que en los veranos se detiene en los múltiples bares a tomar un refresco. En el resto de Pinto, salvo las pequeñitas que podemos encontrar en la avenida Isabel la Católica y en la llamada Fuente de los Patos, nada que destacar. Los patos, que saben mucho de agua y de frescor, descansan en las fuentes que hemos citado.
Ahora deberíamos pedir a nuestros políticos que presten atención a las fuentes en nuestra ciudad, que las cuiden, mantengan limpias, incrementen su número. Además de embellecer la ciudad, refrescan, aunque sea poquito, los tórridos veranos que sufrimos los pinteños.