Es un trastorno de ansiedad caracterizado por un miedo persistente a uno o más situaciones sociales por temor a que resulten embarazosas.

Exponerse a los demás suele ser una tarea difícil. Nos cuesta aceptar que no tenemos que gustarle a todo el mundo, o que podemos hacer el ridículo o que vamos a fallar por los nervios. Pero como otros muchos problemas este también tiene solución con la ayuda de un profesional de la psicología.

Aunque se trata de un problema con el que muchas personas se pueden sentir identificados, obviamente esto no tiene que ser un trastorno. Para ello, han de cumplirse unos requisitos que ahora veremos y suelen ir asociados a un alto grado de malestar o incluso incapacidad para llevar una vida normal.

Muchas veces en el ámbito de la salud mental utilizamos palabras incorrectas que nos llevan al desconocimiento y al mal uso de estos conceptos. Acudiendo al manual de diagnóstico, se habla de fobia social cuando:

• Temor acusado y persistente por una o más situaciones sociales o actuaciones en público en las que la persona se ve expuesta a personas que no pertenecen al ámbito familiar o a la posible evaluación por parte de los demás. El individuo teme actuar de un modo (o mostrar síntomas de ansiedad) que sea humillante o embarazoso.

• La exposición a las situaciones sociales temidas provoca casi invariablemente una respuesta inmediata de ansiedad, que puede tomar la forma de una crisis de angustia situacional relacionada con la situación. Esto en los niños puede aparecer como lloros, berrinches, inhibición o retraimiento en situaciones sociales donde los asistentes no pertenecen al marco familiar.