Cuentos como herramienta terapéutica
A lo largo de la historia, tanto en familias como en centros educativos se han utilizado los cuentos como objeto de entretenimiento o aprendizaje lingüístico y cognitivo. Muchas veces, hemos podido asociar la utilización de los cuentos para la mejora de dificultades lecto-escritoras. Pero ¿pueden ayudarnos a trabajar otras necesidades o áreas a mejorar en el desarrollo de la población infanto-juvenil?
Los cuentos también pueden ser utilizados de manera terapéutica en tratamientos de psicología y en el uso propio de la persona que los lea. Existen dos grandes áreas que podemos abordar desde la utilización de cuentos terapéuticos:
- A nivel emocional, la persona que lee ese cuento tiene la oportunidad de poder favorecer el desarrollo de sus propias emociones. Las historias relacionadas con experiencias o situaciones en las que se encuentre el/la lector/a, favorece a la identificación de sus propias emociones y la regulación de estas. Dentro de una terapia psicológica en población infanto-juvenil, a veces puede existir limitaciones al ajustarnos a una conversación para trabajar los objetivos establecidos. Por ello, los cuentos pueden servirnos como vía de trasporte a trabajar esas necesidades personales de cada usuario. Por ejemplo, con el cuento ‘El monstruo de los colores’ (editorial flamboyant), podemos trabajar la identificación emocional.
- A nivel conductual, si necesitamos trabajar conductas disruptivas y disfuncionales que perjudican el desarrollo de nuestros hijos, leer relatos e historias de interés con contenido terapéutico, ayuda a desarrollar un nivel de motivación óptima que facilite la flexibilidad de los comportamientos inadecuados que estemos manteniendo en nuestra vida cotidiana y debamos mejorar. Existen diferentes herramientas que podamos utilizar para el manejo conductual y necesidades personales de un usuario, pero la utilización de cuentos terapéuticos puede resultar ser una vía más tranquila y personalizada que a través del vínculo con la persona que se lea dicho relato, pueda ayudar a conseguir un cambio terapéutico. Por ejemplo, con el cuento ‘Tengo un volcán’ (Miriam Tirado) podemos identificar las conductas disruptivas y trabajar la gestión de estas.
En los diferentes tratamientos que ofrecemos en Centro ADA, utilizamos los cuentos como una herramienta que ayuda a nuestros usuarios a trasportarse al contenido de mejora que necesiten, tanto emocional, conductual, cognitivo como lingüístico. Por ello, ya sea dentro de una terapia como en nuestra vida cotidiana, disfrutar leyendo de un cuento puede favorecer una mejoría en nuestro autoconocimiento al igual que desarrollo personal. Si necesitas saber más al respecto, puedes escribirme a psicologia4@centroada.es o acudir a nuestros centros y pedir información de manera gratuita.
David Saavedra Fernández
Psicólogo General Sanitario en Centro ADA
M-37954