Cuando nos dejamos llevar por la rutina
Ya estamos en Noviembre, en nada, puente de Diciembre, Navidades y tenemos encima el 2025.
Sí, lo sé, cuando ves cómo pasa el tiempo, cómo los días, las semanas y los meses se agolpan uno detrás de otro y todo sigue igual, sientes que no hay color.
Sientes que un año más, vas a volver a verte inmerso en la rutina diaria, a apagar fuegos cada día y a seguir andando sin un mapa claro ni un destino a cumplir.
Porque no nos engañemos: ¿cuánto tiempo llevas con tu empresa? Ponle que 12 años. Y ¿qué ha cambiado de un año a otro: 12 años de experiencia o has vivido el mismo año repetido 12 veces?
No quiero meter demasiado el dedo en la llaga, pero para que eso cambie, tenemos que empezar a hacer cosas diferentes. Y para hacer cosas diferentes, hay que empezar por un plan.
¿Qué esperas que suceda en los próximos tres meses en tu empresa?
¿Quieres vender más? ¿Quieres crecer? ¿Más clientes? ¿Más caja?¿Quedarte como estás? Para quedarte como estás, también necesitas una estrategia.
¿Qué vas a hacer?
Tienes dos opciones y ninguna es fácil de gestionar:
1. El día a día te come, apagando fuegos sin parar.
2. Sacas tiempo de donde no lo hay y te pones a pensar en el negocio.
“¿Quién sabe lo que va a pasar en los próximos meses, Juanjo? Con la que está cayendo.”
Solo te puedo decir una cosa:
Que es mejor tener un mal plan, que un plan inexistente.
Todas las empresas de éxito tienen un plan, un destino marcado al que quieren llegar, dispuestas y preparadas para cambiar el rumbo cuando las cosas no salen como uno desea.
Nosotros nos dimos cuenta de esto y te aseguro que hay un antes y un después, desde que empezamos a trabajar con un plan, con un mapa.
Me encanta poner una cruz cada vez que terminamos una acción, una tarea, un objetivo.
Te traigo una propuesta para que arranques con un plan que te lleve a conseguir en tres meses, tres objetivos. (Eso en 12 meses serían, 12 objetivos. Pinta bien, ¿verdad?)
Empieza por aquí:
● Diagnosticar tu empresa y conocer de dónde partes.
● Ponle números a todo. lo que no se mide no se controla.
● Planificar tus objetivos y todas las acciones que vas a tener que realizar para alcanzarlos.
Para eso está el plan para que sea ágil, para ir modificándolo y adaptándolo cuando sea necesario.
Te pongo un ejemplo…
Si quiero vender más, tendré que hacer 200 llamadas para conseguir 10 reuniones y cerrar dos ventas, si no hay 200 llamadas, no hay dos ventas. Así de fácil … y de difícil.
Esto es lo que hacemos en Las Cuentas Que Cuentan, aquí puedes conocer el método www.lascuentasquecuentan.com
Porque la tarea que te hará crecer es aquella que te da miedo (o pereza) hacer.
Así que, si quieres que el 2025 sea diferente, es el momento de marcarse un plan.