¿Cómo duermen los delfines?

¿Cómo duermen los delfines?

Existen 32 especies de delfines que habitan en el mar y 5 especies de delfines que habitan en los ríos. Unos viven en aguas frías y otros en templadas o tropicales, pero todos duermen sus horas y todos lo hacen dentro del agua.

 

La diferencia con el resto de los mamíferos terrestres es que lo hacen de una forma que no llegan a estar totalmente inconscientes. Las investigaciones realizadas han demostrado que duermen una mitad del cerebro mientras mantienen la otra mitad despierta, así controlan la respiración y los posibles peligros que puedan surgir durante su letargo.

 

Hemos de pensar que mientras para los humanos, respirar es un acto reflejo, lo hacemos sin darnos cuenta, para los delfines no es así. Para ellos es un acto voluntario, por lo tanto, deben estar siempre conscientes para poder hacerlo y no morir. Cuando decimos un acto consciente no es que los delfines tengan que pensar para respirar, pero si deben conocer su localización y saber si están en la superficie para poder abrir su espiráculo y aspirar oxígeno, sino aspirarían agua y se ahogarían.

 

En los mamíferos terrestres el proceso de dormir se compone de dos fases:

 

Sueño de ondas lentas o no-REM y Sueño de ondas rápidas o REM.

 

En los delfines sólo existe la fase no-REM, uno de los hemisferios del cerebro se desconecta mientras el otro sigue conectado. Y cada 20 minutos aproximadamente se invierten los hemisferios. Cuando desconectan una mitad del cerebro mantienen el ojo puesto abierto, es por eso por lo que se dice que los delfines duermen con un ojo abierto.

 

El proceso de cambio de hemisferio se hace paulatinamente, mientras un hemisferio se va durmiendo el otro se va despertando, por lo que a mitad del proceso un hemisferio está medio alerta el otro está medio dormido. A esta forma de dormir se la conoce con el nombre de sueño unihemisférico.

 

De este modo, los delfines consiguen dormir unas ocho horas diarias, en tramos que duran entre varios minutos y dos horas.

 

Fuente: curiosasmentes.com