“Algo le pasa a mi hijo/a pero no sé qué es, sé que algo no va bien”
Esta es una de las frases que más he escuchado a lo largo de mi vida profesional, “algo le pasa a mi hijo/a pero no sé qué es, sé que algo no va bien”. Esta frase o similar es muy común cuando te sientas delante de una familia que viene a consulta, que quiere que le ayudes porque intuyen que el desarrollo de su hijo/a no es el esperado.
Es duro aceptar dicha situación, enfrentarte a ello y pedir ayuda, pero a su vez es muy valiente, ya que demuestra que ya has iniciado un camino donde si quieres puedes dejarte llevar, que te acompañemos los profesionales de la salud especializados en niños/as, como los pediatras, logopedas, psicólogos… entre otros, que vivimos nuestra vocación profesional de ayudar a quien más lo necesitan mediante la rehabilitación infantil.
Tal y como decía Isaac Newton; “Lo que sabemos es una gota de agua; lo que ignoramos es el océano”, por eso cuando necesitamos ayuda o tenemos sospecha hay que pedir consejo a profesionales cualificados, con experiencia y expertos en la materia.
Es importante no dejarse llevar por el miedo, la negación o querer creer que los que nos dicen nuestros familiares para aliviar nuestra angustia es siempre cierto, es un error. Ellos lo hacen con su mejor intención. Cuántas veces hemos oído que una hermana, una suegra, un tío o incluso un vecino que le ha dicho a un padre o a una madre algo parecido a esto:
¡No pasa nada, ya hablará si mi hijo tardó mucho en hablar!
¡No te preocupes que en su clase solo leen los que les tienen todo el día en casa haciendo deberes!
¡Uy tranquila que mi hermana también lee fatal y tiene muchas faltas de ortografía, es normal, es pronto!
Frases de este tipo hay miles…No hay que acogerse a la sabiduría popular si realmente tenemos en casa un hijo/a con signos de alerta, el colegio también nos está dando pistas y alertando de que debemos observar lo que sucede. La prevención es la base del éxito, así que ¡ÁNIMO A TODOS AQUELLOS PADRES Y MADRES QUE LEYENDO SE SIENTE IDENTIFICADOS! ¡Consultad a los profesionales!
Observar los signos de alerta que muestran los niños/as es sumamente importante, para poder luego responder a todas las preguntas que sean necesarias en consulta, y generar lo que llamamos la anamnesis. Ésta es el conjunto de datos que se recogen en la historia clínica de un paciente con un objetivo diagnóstico o de intervención terapéutica.
Si tu hijo/a tiene 8 años y por ejemplo observas muchos de estos síntomas, hay que valorarle ya pueden ser síntomas del trastorno de aprendizaje: Dificultad de aprender el alfabeto, en el inicio de la lectoescritura van a un ritmo más lento que otros niños/as de su edad y curso, dificultad para aprender las tablas de multiplicar, falta de ritmo en la lectura, dificultad con los signos de puntuación, dificultad con el aprendizaje de la ortografía, problemas de comprensión lectora, lectura silabeante y con múltiples rectificaciones, múltiples fallos tanto en lectura como en escritura del tipo; omisiones de letras, adiciones, inversiones, confusiones de letras con simetrías, etc.
Y si hablamos de síntomas de alerta de posible autismo tendríamos que fijarnos si nuestro pequeño/a…
- No mantiene contacto visual o establece muy poco contacto visual.
- No responde al nombre.
- No responde a la sonrisa ni a otras expresiones faciales de los padres.
- No existe una interacción social recíproca con adultos e iguales.
- No aparece lenguaje o sufre retraso en la adquisición del mismo.
- Hace movimientos repetitivos y/o estereotipados.
- Tiene rituales y/o intereses obsesivos fuera de lo “común”.
- No mira los objetos que están señalando los padres nunca o casi nunca.
- No señala objetos para lograr que los padres los miren.
- Se aisla y está en su “mundo ensimismado”.
- Es incapaz de percibir lo que otros podrían estar pensando o sintiendo al observar sus expresiones faciales.
- No demuestra preocupación (empatía) por los demás.
- Es incapaz de hacer amigos o no le interesa hacerlo.
Es habitual en mí que diga a las familias de mis pacientes que no tienen que preocuparse pero sí que hay que ocuparse. No esperes, prevención, diagnóstico fiable y a tiempo, realizar atención temprana, logopedia, psicología, psicopedagogía, o cualquier terapia que sea necesaria para tu hijo/a es el principio de su futuro.
La diferencia la marcáis vosotros, padres y madres, que habiendo mucho en juego apostáis por vuestro hijo/a acudiendo a los mejores profesionales.
Calma, tranquilidad y ánimo para todos/as los que estáis en el inicio de este camino.
Si tras leer este artículo te surgen dudas puedes preguntarme en mi email: sarab.garcia@centroada.es, estaré encantada de resolver tus dudas.
SARA BEATRIZ GARCÍA MORÁN
LOGOPEDA, ESTIMULADORA Y PSICOMOTRICISTA
DIRECTORA DE CENTRO ADA
NºCOL. 28/0122