La importancia de la estimulación desde edades tempranas

La importancia de la estimulación desde edades tempranas

Muchas veces nos percatamos de posibles dificultades en el desarrollo y nos empeñamos en posponer su intervención esperando a que dichas adversidades se resuelvan mágicamente o, en su defecto, con el paso del tiempo. Pero realmente, ¿hay necesidad de esperar a unas edades más avanzadas donde las probabilidades de que las dificultades iniciales se afiancen son mucho mayores?

 

En este sentido, la estimulación temprana se percibe como el conjunto de actividades, estrategias y métodos sistematizados que pretenden promover el desarrollo integral de los/as niños/as entre los 0 y los 6 años. Ello engloba varias áreas: cognitiva, motriz, socio-emocional y lenguaje (Carreño y Calle, 2020).

 

El área cognitiva hace referencia al uso del pensamiento así como la interacción directa que los/as niños/as tienen con su entorno. Ello permite una mayor comprensión del mundo, el poder relacionar sucesos, razonar y adaptarse a nuevas situaciones. Para ello, el/la niño/a necesitará exponerse a experiencias de diversa naturaleza.

 

El área motriz se refiere a la habilidad de moverse, desplazarse, coordinar entre lo que ven y lo que tocan. Para ello, los niños deben manipular los objetos y realizar conductas de exploración, con los respectivos límites y supervisión.

 

El área socio-emocional comprende las experiencias afectivas y de socialización. En ellas, hay figuras de referencia, como los iguales o la familia, que constituyen un papel clave al ser los principales agentes de socialización desde la primera infancia.

 

El área del lenguaje abarca las habilidades de comunicación con los demás, tanto de expresión como de comprensión, de forma verbal y no verbal.

 

Gracias a este proceso, los/as niños/as adquieren un mayor control sobre el medio que les rodea y sobre sus propias emociones, aumentando así su seguridad e iniciativa. La sensación de saber que podemos hacer las cosas de forma autónoma, a su vez, amplía la habilidad mental, favoreciendo los procesos de aprendizaje (Carreño y Calle, 2020).

 

La estimulación temprana busca, por tanto, prevenir la aparición de obstáculos en cualquiera de las áreas anteriormente descritas a partir del nivel de desarrollo actual de cada niño/a (Pérez et al., 2020). Y es que, desde el nacimiento, se puede empezar a estimular a los niños para que vayan alcanzando un desarrollo gradual óptimo, por ejemplo, a través de los denominados prerrequisitos del aprendizaje. Dentro de estos, se hace énfasis sobre el lenguaje, al ser la Logopedia mi disciplina de referencia. El lenguaje se considera el instrumento principal de comunicación, socialización, desarrollo cognitivo, interacción con el ambiente y comprensión del mundo desde los momentos iniciales de la vida. Algunos de los prerrequisitos necesarios para la adquisición y desarrollo del lenguaje, son los siguientes (Villegas, 2022):

 

  • Contacto ocular: Es la capacidad para responder ante la mirada del adulto. Los/as adultos/as pueden estimular el contacto visual de los/as niños/as situándose en frente de estos y mostrándoles objetos de su interés que después sean desplazados con el fin de establecer el contacto ocular.

 

  • Atención: Los/as niños/as necesitan estar atentos a los estímulos que les rodean para poder recibir así la información que el interlocutor le brinde. Esta habilidad atencional evolucionará a la denominada atención conjunta o compartida, esto es, la capacidad para compartir el foco de atención sobre un objeto, evento o actividad con otra persona. Esta se puede estimular a partir del juego en el suelo, compartiendo tiempo con el/la niño/a y esperando a que sea este/a quien muestre preferencia por algún objeto a partir de cual poder comenzar la interacción. La persona adulta deberá imitar sus sonidos, acciones y expresiones de una forma más exagerada para captar su atención. Las canciones y los cuentos son herramientas de gran utilidad para favorecer la atención conjunta.

 

  • Permanencia del objeto: Es la capacidad de comprender que los objetos siguen existiendo a pesar de no poder verlos, oírlos o tocarlos en un momento dado. Una forma de estimularla es elegir un objeto del interés del/a niño/a, situarlo en frente y hacer que lo siga con la mirada; después, cuando se tiene su atención, se esconde una parte del objeto. La complejidad debe ir aumentando hasta que finalmente el objeto pueda ser cubierto entero y el/la niño/a logre descubrirlo.

 

  • Capacidad de imitación: Es la capacidad para copiar y emitir la misma información presentada por la persona adulta. Se puede estimular tanto de forma física, a partir de la imitación de ciertos movimientos corporales, o bien verbal, a través de las onomatopeyas.

 

  • Toma de turnos: Se trata de una habilidad importante para entender el funcionamiento de las interacciones sociales que permite que los/as niños/as comprendan que pueden escuchar y ser escuchados/as. Se puede estimular marcando de forma explícita los turnos durante el momento de interacción: “ahora tú”, “ahora yo”.

 

  • Juego simbólico: Es la capacidad para jugar haciendo uso de la imaginación, aspecto que incide en el desarrollo del lenguaje al implicar el trabajo mental con símbolos. Una manera de estimularlo es a través del juego de rol.

 

  • Intención comunicativa: La comunicación debe tener un propósito, es decir, debe utilizarse con una finalidad intencional. Antes de empezar a hablar, el/la niño/a debe tener un repertorio de formas a través de las cuales expresar sus necesidades, intenciones y deseos. Una forma de estimularla es a través de las situaciones de aprendizaje incidental, es decir, colocar objetos que el/la niño/a quiera en un lugar alejado para que tenga que pedirlo, bien de forma verbal o no verbal.

 

En Centro ADA coexisten terapias como la Estimulación y la Logopedia, entre otras, desde las que se trabaja con el fin último de potenciar el desarrollo de las áreas del desarrollo antes mencionadas. Si te interesa la temática abordada puedes escribir a logopedia6@centroada.com o visitar alguno de nuestros centros para solicitar información de forma gratuita.

 

Kantra Manzanero Hermida

Logopeda y Psicóloga en Centro ADA