TENER UN ABUELO ES TENER UN TESORO: AMOR EN TIEMPOS DE COVID19

TENER UN ABUELO ES TENER UN TESORO: AMOR EN TIEMPOS DE COVID19

Gracias al aumento de la esperanza de vida, el rol de los abuelos ha ido evolucionando hasta un punto que juega un papel muy importante en el ámbito familiar, supliendo o ayudando a los padres, pero también dando un cariño y una educación muy especial a sus nietos.

El papel de los abuelos/as siempre ha tenido una función de malcriar; pero todos/as sabemos que en los tiempos que corren, se han convertido en imprescindibles en el cuidado y manutención de los menores. En esta España con dificultades para la conciliación de la vida familiar y laboral, los abuelos se han convertido en pilares para el cuidado de los nietos. Sin embargo, de un plumazo el estado de alarma acabó con las filas de abuelos en la puerta del colegio, las tardes de juegos en los patios de pueblo y también con las comidas de los domingos.

Su experiencia, el valor de sus vivencias, los valores, el cariño y el afecto que le proporcionan a sus nietos cuando están a su cuidado son cruciales para la formación de su carácter.

COVID19, ABUELOS/AS Y NIETOS/AS:

Como si de una película se tratara, no solo la abajo firmante, sino igual tú que estás leyendo esto delante de tu café te puedes sentir identificado/a. Madrid siempre ha sido la ciudad de las oportunidades o así lo ven algunos/as y mientras tanto, nuestros mayores siguen alegrando las plazas de pueblos de los que muchos/as solo se acuerdan en las fiestas de verano y algún fin de semana esporádico.

Hoy aunque sin pretensión de que esto sea algo personal, me siento a hablar de cómo se vive lejos de ellos/as, y como, los míos y otros han interpretado esta pandemia. Pandemia que no es probablemente la primera que conocen, pandemia que se ha llevado a muchos de sus amigos del Hogar del Mayor o de la Residencia o Asilo, pandemia que durante unos meses, les ha alejado de su mejor manera de vivir; disfrutar del ciclo de vida opuesto al suyo a través de los ojos de sus nietos/as.

REENCUENTOS EN LA TERCERA FASE:

Como bien anunciaban al principio las Autoridades Sanitarias, nuestros mayores constituían el grupo de más alto riesgo frente a este virus y por ello, el confinamiento que tuvieron que acatar fue el más severo.

Muchos de estos mayores formaban parte del día a día de sus nietos/as y el vacío emocional que han tenido que vivir ha sido inmenso.

Y bien, ha llegado el momento, con todas las precauciones necesarias; pero sabíamos que iba a llegar. Ese reencuentro se viene produciendo desde hace poco más de una semana y nos siguen diciendo que extrememos las precauciones.

Desde la terapia, desde nuestro mundo, donde estamos rodeados/as de niños/as, no podemos sino alentar a nuestros pacientes de que nuestros abuelos son los primeros; a pesar de que en la televisión, se hayan empapado de momentos en los que no sabía nadie cómo atenderles o protegerles del COVID-19.

HIPERCONECTIVIDAD EN TIEMPOS DE COVID19:

Como sabemos, el ser humano es un ser relacional, que precisa de los otros para su subsistencia. En los primeros tiempos de esta pandemia hemos visto como la conectividad nos ha ayudado a estar más cerca de los nuestros/as e, incluso, a volver a retomar relaciones con personas que teníamos metidas en el baúl de Karina pero, ¿y nuestros mayores?

A mis abuelos, como a muchos/as, todo esto les ha pillado con la tecnología fuera de mano. Pero como siempre nos demuestran, han logrado reinventarse; reinventarse cómo hicieron en tiempos anteriores, pero con la tecnología de su mano. Y aunque hayamos tenido que vivir a nuestros abuelos por una videollamada en la que apenas se les veía, una reunión familiar para tomar algo el domingo en la que la abuela no lograba conectar el micrófono o muchas explicaciones para que esto pudiese darse; esta pandemia nos ha dado muchos disgustos; pero también el regalo de conectarnos.

No sabemos qué nos depara la llamada “nueva normalidad”. Lo que sí sabemos es que nuestros abuelos/as viven más, pero no son eternos. Por tanto, nos queda un tiempo no marcado, pero tampoco infinito, para aprovechar cualquier segundo con ellos, copiando sus recetas, recibiendo sus consejos y nutriéndonos de su manera de vivir la vida.

Aquí, una persona muy ligada a sus abuelos.

Virginia Ropero Torres

Coordinadora y Trabajadora Social / Terapeuta de Familia de Centro ADA

virginia.ropero@centroada.es

Si deseas tener una ENTREVISTA INICIAL llámanos al 692279192

 

VIRGINIA ROPERO TORRES

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