La Iglesia de Santo Domingo de Silos, declarada Bien de Interés Cultural
La Dirección General de Patrimonio Cultural de la Comunidad de Madrid otorga este reconocimiento a «la pequeña catedral», ubicada junto al Parque del Egido.
El Ayuntamiento de Pinto ha tenido conocimiento de la culminación del proceso para declarar Bien de Interés Cultural (BIC) a la Iglesia de Santo Domingo de Silos. El edificio, conocido en otras épocas como «la pequeña catedral», fue incoado Bien de Interés Cultural (BIC) por la Dirección General de Bellas Artes, Archivos y Bibliotecas en 1981, con la categoría de Monumento; y en febrero de 2019 la Dirección General de Patrimonio Cultural de la Comunidad de Madrid renovó esta incoación.
Finalmente, este 12 de noviembre el Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid decretó la Iglesia de Santo Domingo de Silos como BIC en la categoría de Monumento. Como señala textualmente el decreto de declaración «un interesante y destacado ejemplar de arquitectura religiosa del siglo XVI en la Comunidad de Madrid», que ahora ha obtenido la máxima protección que otorga la legislación de Patrimonio Histórico.
El concejal de Patrimonio Histórico, Guillermo Portero, ha celebrado la noticia y ha señalado que «tener otro monumento declarado Bien de Interés Cultural, junto con la Torre de Éboli, es un impulso más para situar a Pinto en el mapa turístico de nuestro país». Portero ha recordado que Pinto «tiene mucho que ofrecer en el ámbito turístico, ya que, además de estos dos monumentos, dispone de atractivos como el Convento de las Capuchinas, Arqueopinto, el museo de la Casa de la Cadena o la Ruta Galiana, entre otros».
ACERCA DEL MONUMENTO
La iglesia de Santo Domingo de Silos fue construida entre finales del siglo XV y el primer tercio del siglo XVII sobre una iglesia anterior, de menor tamaño, que fue necesario ampliar. Es un ejemplo de la combinación de elementos góticos y renacentistas que realizaban los arquitectos españoles del siglo XVI. En la cubierta exterior el edificio presenta muros de sillería irregular con grandes contrafuertes. Los vanos se abren en arco de medio punto. La portada y la torre, destruidas a principios del siglo XX, fueron reconstruidas en 1923 y 1953 respectivamente en ladrillo con cajones de mampostería.
El interior se organiza en tres naves, más alta la central, divididas por pilastras renacentistas que sostienen arcos de medio punto y la cubierta con bóveda de crucería gótica. Las dos pilastras posteriores soportan la tribuna.
La sacristía vieja y la nueva están en el lado sur. Una de las obras de mayor interés es el púlpito plateresco, de principios del siglo XVI. El retablo mayor es barroco, realizado por Pedro de la Torre y Francisco González Vargas. Actualmente el interior del monumento se encuentra cerrado por obras.
