El tráfico en nuestro municipio
Nuestra ciudad ha crecido mucho en el número de habitantes. Ya ha sobrepasado los 50.000 habitantes. Ello supondrá que el número de concejales pasará de 21 a 25 en el próximo consistorio, cuatro más que deberán aplicar sus conocimientos y su dedicación a hacer lo más confortable posible la vida de sus paisanos, amén de mejorar el uso rentable de los recursos económicos de los que dispone el Ayuntamiento.
A determinadas horas, especialmente a la hora de entrada y salida de los colegios, a la finalización de la jornada en los polígonos industriales de nuestra ciudad, o a la hora en la que se incrementa el número de compradores en el centro comercial Éboli, pongo por ejemplo, el tráfico se adensa sobremanera, lo que irrita, de una parte a los peatones por el riesgo que supone «tirarse» a los pasos de cebra, y de otra, a los automovilistas por el incesante trasiego de peatones por los cruces, lo que produce notables caravanas, que pone «de los nervios» a los conductores.
Hay calles, como Alpujarras, Pablo Picasso, la Avenida Antonio López, o Isable la Católica entre otras, en las que el tránsito se convierte en un suplicio. Hay un número de automóviles superior al que hace años se preveía, por lo que hay problemas para que las calles «se traguen» a los automóviles; además, el diseño de las plazas de estacionamiento público exige, para hacer las maniobras, ocupar prácticamente toda la vía; y, a ciertas horas, como decía, la entrada y salida de los colegios y el incremento de automóviles y peatones adensan de modo notable el tráfico en las calles con estacionamiento.
Parece necesario, pues, plantear soluciones que eviten las irritaciones de los conductores, y, en la medida de los posible los riesgos para los peatones de atravesar los pasos de cebra. Y una solución puede ser la de instalar semáforos en los lugares de mayor tránsito, como por ejemplo en la calle Alpujarras para evitar, de una parte, los riesgos que sufren los peatones, y de otra, evitar en lo posible, las interminables caravanas que se producen por el incesante cruce de la calle de los peatones, que obligan a los vehículos a cederles el paso.
El diseño de las plazas de estacionamiento en las zonas del centro supongo que se pensó para provechar mejor el espacio de que se dispone, aunque no se tuvo en cuenta lo molesto de las maniobras de salir y entrar en las plazas. Si se consultara al usuario, probablemente aceptaría esperar el tiempo de la maniobra, a cambio del incremento de oferta de plazas. Sin embargo, en cuanto a las caravanas producidas por el cruce permanente de peatones a ciertas horas, es probable que apoyaran la solución de la instalación de semáforos. El consistorio debe estudiar la solución de los semáforos en las principales vías, que no tendrían que estar en permanente servicio, sino pasar del ámbar intermitente a las tres luces, a las horas de más trasiego peatonal.
No somos expertos en materia de tráfico. Sólo somos sufridores del problema. Ahora, que se aumentará a 25 el número de ediles, como decía al principio, podría el Consistorio regalarnos uno, con especial dedicación a resolver este problemilla que hace la vida del pinteño un poco más sufrida. Puede ser un punto para la próxima campaña electoral, que puede arrastrar votos a quien lo proponga.